En mi último artículo, hablaba del escándalo causado por la última tentativa torpe del Vaticano de adulterar un texto crítico implicado en una controversia pública dentro de la Iglesia: la carta de Benedicto XVI que el Gabinete de Prensa del Vaticano intentó usar para endosar “la teología del Papa Francisco”, como estaba explicada en once volúmenes de varios autores.